1. EL KRYPTON DE TIERRA-2.
La información sobre el universo de Tierra-2 resulta más escasa que la disponible acerca del de Tierra-1. La principal diferencia, aparte de la inexistencia de Superboy, es que en Tierra-2 sólo sobrevivieron en total cinco kryptonianos. No hubo Kandor ni Zona Fantasma. Ambos Supermanes se las arreglaron cada uno a su manera para viajar en el tiempo, visitar su mundo natal y conocer a sus padres antes de su propio nacimiento. En el caso del de Tierra-2, volvió a Krypton al menos en dos ocasiones, la primera de ellas en 1949, en la misma aventura en la que la kryptonita aparecía por primera vez en los cómics. El fatídico metal ya había debutado en el serial radiofónico, pero nunca en el medio impreso. Hay que señalar, además, que el Superman de Tierra-2 desconocía por completo su origen kryptoniano, ya que fue enviado a la Tierra siendo un recién nacido. Siguiendo el rastro del origen de ese material que le debilita inexplicablemente, viaja por el tiempo y por el espacio hasta llegar al planeta Krypton. El efecto del retroceso temporal no es el mismo que en el universo de Tierra-1, como veremos, pues al llegar a su mundo natal pierde su corporeidad, convertido en un fantasma mientras permanece en el planeta, incapaz de intervenir en nada ni de hacer otra cosa más que mirar. Es testigo de cómo unos padres envían a un bebé fuera del peligro antes del horrible cataclismo, y al seguir el rastro del cohete comprueba que el niño resulta ser él mismo (Superman #61, reeditado en The Greatest Golden Age Stories Ever Told y en Superman In The Forties, publicado por Zinco en Las Mejores Historias De La Edad Dorada Jamás Contadas).
La segunda vez (que tengamos noticia) que el Superman de Tierra-2 vuelve a Krypton fue en 1958. Por efecto de un tótem mágico manipulado por error por Jimmy Olsen, Superman se ve metido en tres extrañas aventuras, en la última de las cuales viaja a Krypton cuando sus padres son aún muy jóvenes. Antes de casarse trabajaban para el servicio secreto, y fingían estar a las órdenes de Kil-Lor, un aspirante a conquistador que quiere convertirse en el dictador de todo el planeta. La policía desbarata sus planes, pero Jor-El no puede demostrar que es un infiltrado porque el único de sus superiores que estaba al tanto de la misión acaba de fallecer. Los tres son condenados a permanecer en un satélite en hibernación, exactamente lo mismo que se hacía con los criminales del universo de Tierra-1 antes de que Jor-El descubriera la Zona Fantasma. Cuando Clark sale volando de su planeta natal vuelve a ser sólido de nuevo, y lejos de la gravedad de Krypton recupera sus poderes. Libera a sus padres del satélite, consiguen poder demostrar su inocencia y derrotan al villano, que también había adquirido superpoderes. Jor-El y Lara no saben que son ayudados por su hijo, porque él mismo prefiere presentarse como Superman de la Tierra (Superman #123, reeditado en Giant Superman Annual #8 y en The Greatest Superman Stories Ever Told, publicado por Novaro en Supermán #193 y en Supermán Extra Junio 1964, y por Zinco en Las Mejores Historias De Superman Jamás Contadas).
Pero Superman de Tierra-2 ya sabía que los criminales de Krypton eran encerrados en naves en animación suspendida. En 1950 se topó con los tres únicos que habían sobrevivido a la explosión del planeta, cuando su nave-prisión se estrelló en la Tierra. Se trata de U-Ban, Kizo y Mala, tres malévolos hermanos científicos que habían intentado conquistar su mundo, y que fueron vencidos y condenados por la intervención de Jor-El. Si a alguien esto le recuerda a la película Superman II y a Ursa, Non y Zod, está en lo cierto. Es muy difícil creer que Richard Donner no conociera esta aventura en la que tan evidentemente estaba inspirado el guión básico de la película. En 1950 fue sin duda la batalla más dura que había tenido Superman en toda su vida, y sólo con su inteligencia pudo derrotarles y encerrarles de nuevo en una nave hibernadora. Esta interesantísima historia (publicada en Superman #65) quedó lamentablemente inédita en nuestro país, pero no fue así con su secuela en 1954 (Action Comics #194, reeditada en Giant Superman Annual #4 y en Giant G60 Superman #217, y publicada por Novaro en Supermán Extra Marzo 1963 y en Supermán Librocómic #XXXVII), en la que la nave chocaba contra un asteroide y los villanos volvían a quedar libres. Si en la anterior aparición el líder parecía ser U-Ban, ahora el peso de la historia recae sobre Mala, que vuelve a la Tierra mientras sus hermanos descansan. Esta vez elige enfrentarse a Superman con sutileza, le distrae haciéndole salir de nuestro planeta para poder devastarlo a placer en su ausencia. Pero mientras Mala va a buscar U-Ban y Kizo, Superman advierte lo que ocurre, engañándoles para que entren en otra nave que recubre de polvo de kryptonita con ayuda de su superaliento. De nuevo los envía al espacio, de donde ya no regresarán jamás.
Pese a su tremendo desarrollo, Krypton no había dejado de ser vulnerable a nuevas amenazas. Una raza alienígena, también de apariencia humana, se dedicó a atacar al planeta con naves espaciales. Sabiendo que pese a ser rechazados los invasores volverían, los científicos kryptonianos llevaron a cabo en tiempo récord una empresa titánica. Construyeron un planeta exactamente igual a Krypton para utilizarlo como un inmenso señuelo. El duplicado fue tan minucioso y perfecto que incluso se molestaron en copiar los interiores de los edificios, los mobiliarios, las decoraciones... todo. El resultado fue un perfecto éxito y mientras perdían el tiempo atacando al falso planeta, los agresores fueron casi exterminados. La destrucción de Krypton arrojó a su copia por el espacio hasta ser detectado por los telescopios de la Tierra. Cuando Superman, que todo lo ignoraba, acudió a investigar, encontró un mundo idéntico al que ya conocía, donde por supuesto perdía sus poderes. También se topó con un grupo de hombres que decían ser los guardianes del falso planeta, los cuales habían estado en hibernación desde la explosión de Krypton. Ellos pretenden invadir la Tierra, y Superman, que sabe que no podrá contra todos, se ve obligado a pedir por televisión a los terrícolas que no se resistan. Es una decisión muy difícil, quizá la toma pensando que en un futuro encontrará una forma de derrotarles. Esta aventura sólo pudo tener lugar en Tierra-2, en Tierra-1 los podría haber mandado a la Zona Fantasma. Muy pronto averigua que no son kryptonianos, sino los supervivientes de los invasores que atacaron Krypton y habían sido engañados por la gran copia. Clark escapa y manipula el centro de control gravitacional para recuperar sus poderes. Como resultado colateral, los invasores son arrojados al espacio al cambiar la gravedad, y los que alcanzan una nave se estrellan al no poder controlar la velocidad. Sin pretenderlo, Superman comete una verdadera masacre, y no parece sentir ningún remordimiento. El Superman de Tierra-2 siempre ha tenido un carácter más duro y violento que el de Tierra-1. Un duplicado exacto de Krypton queda para siempre cerca de nuestro sistema solar (Action Comics #182, publicado por Novaro en Supermán #41 y en Supermán Librocómic #XLVI).
Como ya hemos mencionado, en Tierra-2 sólo sobrevivieron 5 kryptonianos, el quinto fue además la única mujer. Evidentemente hablamos de Power Girl, de quien no hay que extenderse demasiado porque su historia es bien conocida. Prácticamente todo el mundo sabe que fue salvada de la destrucción de Krypton al mismo tiempo que su primo. Su nave era más lenta y además siguió una ruta más larga hasta la Tierra, lo que provocó que llegara casi 60 años más tarde que Kal, si bien envejeció muy despacio por viajar en animación suspendida. Para los despistados, recordaremos que su primera aparición fue en All Star Comics #58, publicado por Vértice en Super Stars #1.
Los enlaces de acceso se irán activando a medida que se pongan en la Red el contenido de los mismos
(C) Copyright
Texto de Nacho Jordan, formato de Mariano Bayona (2019)
|