3. HISTORIA DEL KRYPTON DE TIERRA-1
Después de referirnos a al Krypton de Tierra-2 llega el momento de hablar del de Tierra-1, del cual existe muchísima más información, como hemos dicho. Es muy importante señalar que algo muy parecido a lo que aquí pretendemos ya se llevó a cabo por DC en 1979 en la miniserie de tres números World Of Krypton. Muchos de los sucesos que habían aparecido durante 20 años en multitud de aventuras fueron recordados, ordenados cronológicamente y enriquecidos con nuevos datos. Fue un gran esfuerzo por parte del guionista Paul Kupperberg. Quizá por la dificultad del proyecto, el escritor también terminó incurriendo en algunas contradicciones con respecto a las historias originales, errores que señalaremos más adelante. Además, debido a su extensión, la labor quedó parcialmente incompleta. Intentaremos añadir todo lo que Kupperberg se dejó fuera, pero sabemos perfectamente que es misión imposible lograrlo del todo. La versión de Novaro, Supermán En El Mundo De Kriptón, tiene una traducción desastrosa.
Otra fuente de información sobre el Krypton de Tierra-1 fueron unas historias cortas de complemento que aparecieron en la colección Superman a principios de los años 70, bajo el título El Fabuloso Mundo de Krypton. Allí venían narraciones de todas las épocas del planeta, desde su prehistoria hasta aventuras protagonizadas por el mismo Jor-El. Alguna de estas historias también fue utilizada para World Of Krypton. Varios de estos números de la colección americana de Superman fueron reeditadas en el tomo DC Comics Classic Library Superman Kryptonite Nevermore. Este recopilatorio ha sido publicado tanto por Planeta como por ECC en España, bajo el título Superman Kryptonita Nunca Más. Pero sólo vinieron incluidas las aventuras principales, dejando fuera las historias de complemento, de modo que sólo se han podido leer en castellano en las versiones de Novaro.
También se puede obtener mucha información sobre Krypton en la miniserie de 1981 Krypton Chronicles, igualmente de tres números. Esta historia está centrada en la longeva historia de la casa de El, pero inevitablemente también aparecen hechos del pasado del planeta. El guionista, E. Nelson Bridwell, también hizo una importante labor ordenando y enriqueciendo personajes y sucesos que se habían mencionado en aventuras anteriores, y añadiendo elementos nuevos. No tenemos constancia de que exista versión en castellano.
Debemos puntualizar algo que pocos recuerdan y muchos ignoran. En todas, absolutamente todas las encarnaciones de Superman, en cómic, cine y televisión, Kal es enviado a la Tierra siendo un recién nacido, con semanas o días de vida. En la de Byrne incluso aún se encontraba en estado de gestación. De niño ignora su origen y se siente diferente. Pero eso ocurre en todas las versiones excepto en la de Tierra-1. Cuando su Krypton estalla, Kal todavía es un bebé, pero ya es capaz de andar y de articular palabras. Tiene entre dos y tres años terrestres. Cuando crece va recordando su planeta natal y comprende el origen de sus poderes. Además, ideará un aparato mental que le permitirá recuperar lagunas de memoria. Como veremos más adelante, en esos años de vida tienen lugar acontecimientos que verán afectada la futura vida de Kal en la Tierra.
Empezando por la misma creación del planeta, alrededor suyo orbitaban varias lunas habitables, que con el paso de los siglos fueron colonizadas por los kryptonianos. Las que podemos considerar más importantes serían Xenon y Wegthor. En algún momento indeterminado del pasado, Xenon (es curioso observar que también tenía el nombre de un gas noble) salió por causas desconocidas de la órbita de Krypton, lo cual le permitió sobrevivir a la destrucción del planeta principal. Superman muchos años después tuvo la inmensa alegría de encontrar un mundo muy similar al suyo. Su tamaño y gravedad eran intermedios entre la Tierra y Krypton, lo cual permitía a Clark conservar parte de sus poderes, y que sus habitantes adquirieran también cierto poder si llegaban a nuestro planeta. Lamentablemente, una reacción en cadena en las entrañas de Xenon también amenazaba con su destrucción, y la única forma de neutralizarla fue introduciendo en el núcleo una gran cantidad de kryptonita. Xenon así quedó salvada, pero con tanta kryptonita en su interior Superman ya jamás pudo volver a la luna donde se sentía como en casa Superman #119, publicado por Novaro en Supermán #175, en Supermán Librocómic #I, y en Supermán Extra Tomo 1). Mucha peor suerte corrió el satélite Wegthor, pero de eso hablaremos más adelante para intentar seguir un orden cronológico. Otra luna fue Mithen, tan similar en tamaño a Wegthor que muchos kryptonianos las calificaban como “lunas gemelas”. Pero no tenemos noticia de que también fuera colonizada.
Los primeros aborígenes inteligentes de Krypton no fueron humanos, sino una especie de aspecto similar al del villano Mongul. Grandes, corpulentos y de apariencia tosca. Ellos llamaron a su mundo Ny’l’uyl. Su rudo físico contrastaba con sus grandes capacidades y sus avances tecnológicos. Cuando descubrieron que un planeta errante iba a entrar en colisión con Ny’l’uyl-Krypton, toda la población fue albergada bajo tierra en cámaras de éxtasis, en espera de que el mundo volviera a la normalidad, pues sabían que el choque lo convertiría en inhabitable. Nunca se supo el nombre de esta raza. Ni el de su líder, quien personalmente asumió la misión de quedarse en el punto más elevado del planeta, y despertar de su hibernación pasados 20 años, para comprobar si era posible que el resto de sus congéneres también regresaran sin peligro. Pero algo falló. Cuando salió de la animación suspendida no habían pasado 20 años, sino 100.000. Atónito, al asomarse a las ventanas de su refugio se encontró un mundo totalmente cambiado y habitado por humanos. Ni tan siquiera tuvo tiempo de buscar más supervivientes, la mala suerte hizo que le sorprendiera la explosión de Ny’l’uyl-Krypton. La montaña en la que se encontraba salió disparada casi intacta, pero con su parte inferior convertida en kryptonita. Las radiaciones alteraron su organismo, transformándole en el segundo Hombre de Kryptonita, o Kryptonite Man II. Como es lógico, sin ninguna vinculación con el primer Kryptonite Man, quien de niño había sido enemigo de Superboy bajo el nombre de Kyptonite Kid. El aborigen kryptoniano tuvo ocasión de escapar del asteroide abordando una embarcación de otra especie alienígena que se hacían llamar los Seeders. Cuando otras naves quisieron impedírselo se enfrentó a ellas y salió victorioso. Estos aliens le fueron persiguiendo por el espacio para vengarse, siendo siempre derrotados. El Hombre de Kryptonita culpaba de la destrucción de Ny’l’uyl-Krypton a la raza humana que había ocupado el lugar de su especie, y al descubrir que en la Tierra había algunos de ellos, vino a exterminarlos. Superman intentó razonar con él, pero fue inútil. Al despedir radiaciones y rayos de kryptonita, era un enemigo invencible, aun con la ayuda de Supergirl. En lo peor del combate aparecieron los Seeders persiguiendo a Kryptonite Man II y terminaron destruyéndose entre ellos (Superman #397 y Supergirl #21, inéditos en España).
Los primeros pobladores humanos de Krypton no fueron nativos kryptonianos, sino unos alienígenas llegados del espacio. Aunque sus aspectos eran muy similares, procedían de planetas distintos, y en un primer momento se enfrentaron por malentendidos resultado de no poder comunicarse. Como las naves de los dos fueron destruidas, no les quedó otra opción que unirse para sobrevivir en un mundo extraño y hostil. El hombre se llamaba Kryp y la mujer Tonn, de ellos nació la raza kryptoniana y el propio nombre del planeta (Superman #238, publicado por Novaro en Supermán #887). El relato de esta versión kryptoniana de Adán y Eva se narró siempre como cierto en las escuelas de Krypton, pero no dejaba de ser una leyenda y como tal de veracidad dudosa. Incluso hubo científicos que se burlaban del mito. Como veremos más adelante, hubo indicios de que los humanos kryptonianos evolucionaron de los primates al igual que sucedió en la Tierra.
Siempre existió una gran conexión entre Krypton y la Tierra. Ya en la prehistoria hubo un kryptoniano que terminaría por llegar a nuestro mundo. Un cavernícola que quedó accidentalmente en estado de congelación o hibernación hace muchos siglos, continuó atrapado dentro de uno de los miles de asteroides en los que se convirtió Krypton tras su explosión. Faltaría más, acabó aterrizando en la Tierra, donde Batman, Robin y Superman se vieron incapaces de comunicarse con un ser tan primitivo, que no comprendía nada de lo que le sucedía, pero que al adquirir unos poderes que no controlaba, era tremendamente peligroso. Cuando por fin Superman pudo atraerlo a un lugar donde poder intentar enfrentarse a él sin causar daños, el troglodita falleció de muerte súbita. Quizá el estar tantos años recibiendo rayos cósmicos, unido a una breve exposición a la kryptonita, ocasionó que su organismo no resistiera más (World's Finest #102, reeditado en Giant G28 World´s Finest #161, y publicado por Novaro en Supermán #231 y en Supermán Librocómic #XXXIX).
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Texto de Nacho Jordan, formato de Mariano Bayona (2019)
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