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Dado que en todo momento lo que estoy dando es una opinión personal y por tanto discutible, creo que no estará de más si digo que ya entré cabreado en el patio de butacas, por motivos totalmente ajenos a la propia película. O quizá no. Me indigné al llegar a la taquilla y ver que las películas de Warner tenían recargo económico. Y no puede ser cosa de la sala que elegí, porque con “Man Of Steel” me pasó exactamente lo mismo y fue un cine distinto. En ninguna parte se avisaba más que en la misma taquilla. En la Guía del Ocio, por ejemplo, no dice ni una palabra. No puedo saber si ocurre sólo en Madrid, si es en unas salas sí y en otras no, ni si es culpa de Warner, de los cines o de las distribuidoras. Pero sean quienes sean los responsables, no son más que buitres que sólo piensan en exprimir todo lo posible al espectador que ya saben que tienen seguro. Aunque tengo intención de volver a verla, probaré en diferentes cines, y si en todos me encuentro con lo mismo, la próxima vez que disfrute de “Batman vs. Superman” será en mi casa dentro de unos meses. Y animo a todo el mundo a hacer lo mismo. Luego dirán que cada vez va menos gente al cine.
Pero hablemos de la película en sí. ¿Qué es lo que me ha parecido mejorable? Las suficientes cosas para que me gustara menos que “Man Of Seel”. Y eso que en la primera hubo momentos para haber ahorcado a los guionistas. Jonathan Kent tuvo el dudoso honor de protagonizar la muerte más estúpida y absurda de la historia del cine, compitiendo con su hijo Clark en imbecilidad. Uno le prohíbe salvarle y el otro le obedece. Pero los fallos de guión en “Batman vs. Superman” ganan por goleada. No hablo del interminable y denso principio, lleno de disgresiones que apenas dejan seguir un hilo conductor. Hay errores muy, muy profundos. Creo que a nadie le puede entrar en la cabeza que Superman se derrumbe por completo al ser chantajeado por Lex. No tiene más que agarrarle y empezarle a romperle huesos uno a uno hasta que ordene a sus esbirros liberar a Martha. Y aunque la sorpresa le dejara sin capacidad de reacción, en cuanto hubiera reflexionado un poco se habría dado cuenta de que con sus poderes podía encontrar a su madre sin ayuda de nadie. Y luego con Batman, mete la pata hasta el fondo. Empieza a explicarle, y no termina. El primero en golpear, y quien inicia la pelea, es Superman. ¿Cómo puede ser tan burro? Tampoco parece lógico lo mucho que aguanta Superman después de recibir dos bombas de kriptonita. Con una sola ya debería ser suficiente para dejarle al borde de la muerte. Y sin embargo aún tiene resistencia para seguir luchando.
Tampoco me ha gustado nada Lex Luthor. No por el actor, quien de forma competente se dedica a interpretar lo que le mandan. Sino por el personaje que han creado. Ese niñato desquiciado no es Lex Luthor. Es un personaje nuevo al que le han puesto su nombre. En todas, todas sus versiones, Lex está dotado de una inteligencia excepcional. Es lo único que le permite a un humano normal ser el peor enemigo de Superman. El psicópata que se han inventado comete la mayor de las estupideces. Intenta acabar con Superman por temor a él (al igual que Batman), pero no tiene temor alguno a crear a un ser que sabe que será muchísimo más peligroso. Repito, ese chiflado de pacotilla no es Luthor. Algunos dicen que obedecía instrucciones de Darkseid. Personalmente yo no lo capté, pero aunque así fuera, el verdadero Lex aceptaría una alianza coyuntural con Darkseid, pero jamás ser su marioneta. Y menos aún destruir su propio planeta o poner en peligro su vida por obedecerle. Lo traicionaría a las primeras de cambio.
Tampoco Superman se libra de los fallos en la historia. ¿Cómo puede dejar la nave kriptoniana olvidada meses y meses en medio de Metrópolis? ¿Cómo no supone que el gobierno o quien sea intentará utilizarla para malos fines? Cuando están en Africa, ¿se larga con Lois y se olvida de los inocentes que han quedado en peligro? Ese tampoco es Superman. Y no hace falta mencionar de nuevo su “inteligente reacción” ante la amenaza de Luthor, ni su “dialogante” actitud con un Batman a quien se suponía que iba a pedir ayuda. Sólo al final los fans de Superman empezamos a reconocerle. Cuando saca volando del planeta a Doomsday para evitar que en la lucha de nuevo mueran inocentes. O cuando ve llegar al misil nuclear, aguanta valerosamente para que el monstruo no escape. O cuando se lanza al agua a recuperar una kriptonita que sabe que posiblemente le matará. O cuando, debilitado por la misma kriptonita, agota sus pocas fuerzas volando para conseguir acabar con Doomsday. Este ahora sí es Superman. Lo malo es que los errores de guión llegan hasta el final y continuarán en la próxima entrega. Todos sabemos que Superman nunca morirá aunque perdieron un montón de minutos en hacer creer que sí. Pero explicar su resurrección será de lo más complicado. Si se queda sin poderes por la kriptonita y se le atraviesa el esternón destrozando varios órganos vitales, tiene que morir. ¿Qué inventarán ahora? Y ese es otro motivo por el que “Batman vs. Superman” no me convence. Nunca me han gustado las películas sin final. Y hablando del final, me sorprendí al ver a Jimmy Olsen en los créditos. ¿Pero aparecía Jimmy Olsen? Sería alguno de los que andaban por el Planet, pero en ningún momento se le nombra.
No se puede ser negativo en todo, y sería muy exagerado decir que es una mala película. Aunque sólo sea por tener juntos en la gran pantalla por primera vez en la historia a Superman y Batman, merece la pena verla. Es curioso que Ben Affleck es un caso excepcional, el único actor del mundo que ha vestido los dos uniformes, el de Superman y el de Batman. Su aspecto canoso y envejecido en vez de jugar en su contra lo hace a favor. Es un veterano luchador contra el crimen que se niega retirarse y se mantiene en una gran forma física para poder continuar combatiendo al mal. De las grandes interpretaciones de Henry Cavill y Ami Adams poco se puede añadir. Personalmente Wonder Woman me ha gustado menos. La encuentro un poco cogida con alfileres, no me acaba de encajar en la historia, y además la actriz pese a trabajar muy bien, físicamente no me gusta. Quedamos a la espera de lo que nos depara la Liga de la Justicia. Aún hay tiempo de rectificar, porque lo poquito que hemos podido ver en “Batman vs. Superman” creo que tampoco ha gustado a mucha gente.
Nacho Jordán
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